24
junio 2015
Inyecciones de ácido hialurónico para la parálisis facial
Laura Tardón
Los propios autores recuerdan la necesidad de
desarrollar más ensayos más amplios.
Más allá de
lograr unos labios más voluminosos, las inyecciones de ácido hialurónico podrían mejorar la calidad de vida de las
personas con parálisis facial. Por primera vez, científicos de las
Universidades Johns Hopkins
y Stanford lo han comprobado en un grupo de 25
pacientes con este problema. Tal y como resaltan en un artículo publicado en
Cuando el
nervio facial (hay uno en cada lado de la cara) sufre una lesión o inflamación,
la persona pierde el movimiento muscular voluntario de la zona afectada de la
cara, según la rama dañada. Suele producirse en un lado de la cara. "La
más frecuente es la parálisis de Bell y está
relacionada con infecciones víricas", expone César Casado, jefe del
servicio de Cirugía Plástica del Hospital Universitario La Paz de Madrid. Tales
como el virus del herpes, Epstein-Barr
(provoca mononucleosis) o el de
En función del
grado de deterioro, las personas afectadas pueden notar cierta debilidad, como
si un lado de la cara se descolgara, o sentir una importante rigidez que les
impide mover en absoluto un lado de
Consecuencias y estigma
Esta afección
"ocasiona problemas tanto físicos como psicológicos", subraya Kofi Boahene, uno de los autores
del estudio, cirujano plástico facial del departamento de Otorrinolaringología
en la facultad de Medicina de
Para paliar
esta asimetría facial, los especialistas consultados por
A raíz de un paciente que no estaba diagnosticado de distrofia muscular, pero que "tenía un rostro débil y problemas para hablar", Boahene comprobó, tras una inyección de ácido hialurónico, que el tono muscular de sus labios mejoró, la musculatura de su cara "parecía más fuerte" y la articulación labial "mejoró notablemente". Con el objetivo de estudiar este hallazgo casual, Boahene y su equipo han aplicado el procedimiento a base de ácido hialurónico en 22 pacientes (14 mujeres y ocho hombres) con parálisis facial en un lado de la cara y en tres personas con distrofia muscular que habían perdido el control de ambos lados de la boca.
Resultados optimistas
Antes del tratamiento, los participantes del estudio se sometieron a una prueba que medía la presión de sus labios, desde la izquierda, el centro y la derecha de su boca. Los investigadores identificaron los puntos más débiles haciendo que los afectados soplaran aire con los labios fruncidos. En los lugares donde se escapaba el aire, los científicos inyectaron el ácido hialurónico.
Los resultados, dice Boahene, "fueron sorprendentes", especialmente en los tres pacientes con distrofia muscular, cuya fuerza de labios aumentó entre seis y siete veces. En los participantes con sólo un lado paralizado, la fuerza labial incrementó una media de 1,4 veces en el lado paralizado.
Por otro lado,
un logopeda examinó antes y después a cada uno de los participantes. Evaluaba
tanto el habla como la acción de comer y beber sin derramar el líquido o
El mecanismo
de acción del ácido hialurónico estriba en que
aumenta el volumen muscular de la zona atrofiada, con lo que la competencia
labial es mayor y al paciente le resulta más sencillo poder cerrar
"Son pocos los pacientes", coinciden en señalar los dos expertos españoles. Es un trabajo muy preliminar. Es necesario realizar estudios más amplios. Los propios responsables de este artículo ya están preparando un análisis con cerca de 100 pacientes. Cuando se confirmen sus beneficios, concluyen ambos cirujanos, podría ser una alternativa más para aquellos pacientes que no estén dispuestos a los tratamientos reconstructivos quirúrgicos, que son eficaces. Cabe señalar, no obstante, que el efecto de estas inyecciones con fines estéticos tiene una duración entre seis meses y un año, aproximadamente, por lo que habría que repetir el proceso periódicamente.